Era noche cerrada en Roma cuando algunos vieron a un correo procedente de Germania acceder a toda prisa en la colina Palatina. Poco después, algunos giraron la cabeza ante el repentino grito procedente de la residencia imperial. En uno de sus balcones estaba el mismísimo César Augusto, gritando encolerizado ante las noticias recibidas. ¡Varo! ¡Quintilio Varo! ¡Devuélveme mis legiones! La furia del César era legítima. Porque Quinto Varo acababa de perder nada menos que tres legiones romanas en la batalla del bosque de Teutoburgo.
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Antecedentes de la batalla de Teutoburgo
Para los romanos, enterarse de que había habido una batalla en Teutoburgo les sonaba extraño. Aún más, muchos no estaban ni al corriente de cuál era la situación en Germania tras las victorias romanas en los años previos. Había otras guerras en Iliria que centraban el interés general.
No se consideraba que los bárbaros germanos fueran a presentar batalla. Tal vez algunas incursiones esporádicas, sí, pero nada serio. Sin embargo, pronto todos conocerían el desastre. Y sabrían quién era Publio Quintilio Varo
¿Quién fue Publio Quintilio Quinto Varo?
No era, como demuestra la batalla de Teutoburgo, un brillante militar. Pero lo cierto es que Quintilio Varo fue elegido para el puesto de gobernador (en calidad de legado) de la provincia de Germania Magna. Nadie le dijo que tendría que luchar.
Esta provincia había sido conquistada y «pacificada» por Tiberio (hijastro de Augusto y futuro emperador) y Druso (hermano mayor de Tiberio) por lo que ya no era necesario un general sino un político.
Quinto Varo fue elegido para este cargo. Este hombre había compartido carrera militar con con Tiberio y se había destacado como gobernador de Siria y Judea, sofocando la revuelta judía tras la muerte de Herodes el Grande. No se esperaba que los bárbaros germanos fueran a ser mayor problema que los judíos.
Quintilio Varo fue elegido gobernador de Judea tras la muerte de Herodes el Grande. Llegó pobre a una provincia rica y salió rico dejando una provincia pobre. Share on XCon estos antecedentes parecía un buen candidato para recolectar impuestos e imponer las leyes y culturas romanas entre los germanos recién conquistados. Sin embargo, la mano dura no terminó de someter a los bárbaros, sino que despertó entre ellos un renovado espíritu de lucha. Poco después las incursiones se intensificaron hasta el punto de que un ejército romano sería atacado por un caudillo germano.
La falta de apoyo entre las demás tribus para atajar el problema obligaron a Publio Quintilio Varo a recurrir a las legiones. A pesar de su excelente disciplina y capacidad de combate los legionarios no pudieron hacer nada cuando su general los llevó directamente a una emboscada.
La batalla del bosque de Teutoburgo
Tres legiones romanas formando en columna (la disposición estándar para la marcha) formaban una línea muy larga y muy fina de soldados. Si el enemigo aparecía por ambos flancos no solo estarían en desventaja táctica, sino que la enorme distancia entre la vanguardia y la retaguardia haría virtualmente imposible que estas se apoyaran la una a la otra.
Esto lo sabían todos los militares romanos, incluido Varo (que no era estúpido). Sin embargo, adentrarse en el bosque de Teutoburgo sí fue una pobre decisión por parte del legado romano, pues era una invitación a las emboscadas. No obstante, el general romano confiaba en que sus exploradores le advirtieran de cualquier peligro que acechara durante la marcha.
El bosque de Teutoburgo en época romana
Es necesario hacer una mención especial al terreno en el que se libró la batalla de Teutoburgo. Al principio de la era cristiana la extensión de los bosques en Alemania era superior a cien mil kilómetros cuadrados (el tamaño aproximado de Portugal).
Semejante masa forestal suponía un terreno donde las formaciones de combate romanas perdían sus ventajas. Era un espacio de suelo húmedo, ideal para la proliferación de bosques y con el grado de humedad y temperatura adecuados para la formación de niebla.
Además, la orografía del bosque de Teutoburgo dificultaba una eficaz labor por parte de los exploradores romanos, quienes debían ser los ojos y oídos de las tropas que marchaban a través de territorio enemigo. Por desgracia, muchos de estos exploradores eran germanos de tribus aliadas (en teoría) que traicionaron a los romanos, dejándolos ignorantes ante el peligro.
De modo que el ejército germano permaneció oculto en todo momento. Los legionarios romanos solo supieron que el enemigo estaba cerca cuando empezaron a morir los primeros compañeros. Y para entonces no quedaba otra que un sálvese quien pueda.
La emboscada y la batalla en Teutoburgo
A pesar del mito popular, la batalla del bosque de Teutoburgo no fue una rápida emboscada triunfal donde los romanos fueron inmediatamente exterminados. Sí, tuvo un golpe inicial decisivo que quebró por completo a las legiones pero la matanza se prolongaría durante varios días.
La columna romana quedó partida por la mitad y todo intento de reorganizarla fue inútil. Los focos de resistencia de soldados romanos, que en nada se pueden asemejar a la firme defensa de la batalla de las Termópilas, fueron rodeados y aniquilados. Muchos oficiales murieron en la lucha y otros eligieron el suicidio romano.
Los supervivientes de la batalla de Teutoburgo sufrieron persecución durante varios días, alejados de cualquier población amiga, y fueron cazados hasta que la derrota fue absoluta y sangrienta. Francamente, debió ser una angustiosa situación para los legionarios. Los dieciocho mil legionarios.
Consecuencias de la batalla del bosque de Teutoburgo
Tras la batalla de Teutoburgo la situación romana se veía comprometida. No existía ninguna fuerza militar que se interpusiera entre los bárbaros germanos y las provincias de la Galia. Una situación muy similar a lo que ocurrió cuando la rebelión de Espartaco derrotó a Cayo Casio. Una potencial invasión sería tan incontenible como una inundación y esto preocupaba, y mucho, a Roma.
También puso en evidencia los problemas tácticos de la legión romana cuando esta no podía desplegarse en campo abierto. La formación en bloques de infantería alternos (semejante a las casillas del ajedrez) no eran posibles en el denso bosque de Teutoburgo. Y, como ya has leído, toda Germania estaba cubierta de bosques.
Las futuras campañas militares tendrían que tener en cuenta este factor, y fue uno de los mayores obstáculos en los planes de expansión romanos.
Pérdidas romanas
Tres legiones completas. Eso implica que las bajas de la batalla de Teutoburgo rondan los dieciocho mil soldados. Incluidos los auxiliares y el personal que atendía a los legionarios (que probablemente incluía familiares). Se dice que todos fueron masacrados y que algunos oficiales supervivientes fueron encerrados en jaulas y quemados vivos.
Aunque también debió haber prisioneros, convertidos en esclavos, pues años después soldados romanos liberaron a algunos de estos. Sin embargo, debieron ser una minoría frente a los cadáveres que se quedaron en el bosque. El alcance de la derrota fue tremendo.
¡Varo! ¡Quintilio Varo! ¡Devuélveme mis legiones! Share on XFin de la expansión hacia el norte
La derrota en Teutoburgo supuso un duro golpe para Roma. No solo en el terreno militar, pues se vio obligada a cubrir las bajas sufridas, sino en la estrategia a largo plazo del imperio. La cautela sería el pilar fundamental de futuras campañas militares en este territorio. De modo que la batalla de Teutoburgo convirtió la defensa en una prioridad.
Poco a poco, esta actitud derivaría en la formación del Limes Germanicus, el famoso Limes del imperio romano. Los avances romanos en Germania serían muy limitados en los siglos posteriores hasta que ya no se produjeron. A partir de ese momento se produjo una contracción hacia actitudes conservadoras hasta la caída del imperio romano.
Teutoburgo, el libro de Valerio Massimo Manfredi
Existen varias novelas históricas en las que la batalla del bosque de Teutoburgo aparece representada. Esto no es extraño. Representa un punto inflexión en el mito de la invencibilidad de las legiones romanas. Junto con la confirmación de que una expansión romana en Germania sería demasiado costosa en tropas y recursos.
Con este aliciente son muchas las novelas que abordan el tema. No obstante, ninguna alcanza el grado de precisión histórica y calidad narrativa como el libro de Valerio Massimo Manfredi, Teutoburgo. Y por eso es nuestra recomendación entre nuestro listado de libros sobre la batalla del bosque de Teutoburgo. Que los disfrutes.