Bien que la narrativa de El secreto oculto de los Andes: La aparición se desarrolla en el marco de la atmósfera andina, cabe resaltar el papel principal de las muñecas Chancay dentro de la historia. A continuación, comparto con ustedes en la web de novelas históricas una breve reseña del marco donde las muñecas Chancay desempeñaron un rol sin precedentes en su época.
Índice
Los pueblos del Perú
Antes de la llegada de los españoles, cuando evocamos al Perú, inmediatamente nos viene en mente la magnífica civilización inca, lo cual condena al olvido a otras culturas preincas, apocadas ante tan imponente civilización.
Esto es lamentable, porque si nos sumergimos en la historia de este país descubriremos civilizaciones que han sido verdaderas joyas culturales. Tal es el caso de las culturas Tiahuanaco, Nazca, Chavín, Chimú, Recuay, Mochica entre otras y, por supuesto, el mágico mundo Chancay. El alma de este libro.
El origen de la cultura Chancay
Resulta sorprendente que el pueblo Chancay fuera de creer en dioses universales, tales como Viracocha, el dios Sol; Urpiwachaq, diosa del mar, quien tuvo como pilar muñecas pequeñas con una apariencia singular y que jugaron un papel preponderante. Las muñecas Chancay.
Para entender el uso de las prodigiosas muñecas Chancay es imprescindible que las situemos geográficamente dentro del contexto de su época. Chancay, distrito de la provincia de Huari, situada en el norte de Lima, Perú, está limitada por el oeste con el océano Pacifico, por el este por los distritos de Huari y Aucallama. Las muñecas Chancay emergieron en este maravilloso valle luego de la extinción de la cultura Huari. Más adelante, Chancay sería anexada al imperio Chimú y luego, en pleno florecimiento de la época incaica, la cultura Chancay, civilización precolombina, se sometió al yugo incaico en torno al año 1450.
Ubicados en una zona desértica, sus tierras bañadas por ríos fértiles, y canales de irrigación erigidos por los ingenieros más calificados de la época, facilitaron el desarrollo agrario de vastos valles rurales. Sus productos agrícolas estaban cotizados, intercambiándose a través del altiplano andino, la selva e incluso las zonas próximas al mar peruano.
En época del antiguo Perú, Chancay, tierra cosmopolita, acogía muchos visitantes durante todo el año. El pueblo Chancay era reconocido por sus ferias, donde acudían artesanos de reputación nacional, maestros en el arte de la cerámica, trabajos en madera, tintes, textiles únicos en su género confeccionados con fibras de lana y algodón se exponían al público. Sus artefactos estaban concurridos y solicitados.
Fardos funerarios esencia de las muñecas Chancay
Debido a la proximidad con el Santuario de Pachacamac, considerado como el Vaticano peruano, definido como el templo ceremonial más importante en el antiguo Perú, peregrinos de todos los lugares de los Andes afluían en gran número. Por ende, la considerable multitud de visitantes en Pachacamac afluían por el valle Chancay, reputado en el arte de embalsamar a los muertos.
Los embalsamadores Chancay eran muy concurridos. Las ceremonias se empalmaban con una procesión en memoria al muerto. Seguido de la confección de una falsa cabeza tatuada según las creencias milenarias que servían para prolongar la vida.
Las falsas cabezas eran colocadas en los fardos funerarios conteniendo indiscutiblemente una valiosa protección (una muñeca Chancay). Estos fardos eran preparados con un extremo cuidado y un exquisito arte, pues según las creencias de la época el muerto solo abandonaba la vida terrestre.
«Sobre la máscara de oro de Chan Chan», de Simone Waisbard.
Las muñecas Chancay no solo conquistaron el corazón de sus habitantes. Fueron tan populares en el Perú de antaño que su fama se extendió por otras comarcas. Su propósito aún es incierto.
Entre dichos y restos arqueológicos se especula que el uso de esas muñecas Chancay pudo haber sido exclusivamente como juguetes para los niños de esa época. Por otra parte, sus funciones de protección eran tan concurridas que al morir eran enterradas con sus propietarios. Para protegerlos hasta el Más Allá.
Misticismo. Atavismo. Mercancías. Hoy en día las sagradas muñecas Chancay permanecen arrumadas en la mente de la colectividad. Fuese lo que fuese, la fama de estas muñecas en la vida cotidiana del pueblo Chancay no se contradice. Una prueba irrefutable: los restos arqueológicos de miles de momias en cuyo interior se hallaron muñecas.
Apariencia de las muñecas Chancay
En su gran mayoría se confeccionaban muñecas femeninas, inspiradas típicamente en representaciones humanas. Pero otras eran sublimemente sobrenaturales. También se representaban dioses o quién sabe si espíritus.
Raquíticas, imperfectas, feas, su riqueza reside en su confección, dotadas de poderes protectores. Se dice que los habitantes las conservaban esencialmente como garantía para protegerse y que inclusive los príncipes detentaban una, alcanzando una popularidad sin precedentes.
Debido al desconocimiento de la escritura en esa época, es imposible esclarecer en los anales de la cultura preinca de los Chancay y la utilidad de sus muñecas. Nunca se podrá saber a ciencia cierta el uso que se les confirió a tan preciados objetos.
No obstante, ciegos estaríamos al no rendirles tributo y dejar pasar esta oportunidad de recrear nuestra mente y espíritu con las virtudes y las fuerzas protectoras de estas muñecas Chancay.
El secreto oculto de los Andes: la aparición es un grito procedente de lo más profundo de nuestro ser. Un grito que nos pide con clamor el retorno a nuestras raíces, a nuestros ancestros y sus costumbres. Este libro evitará que esta brillante y original civilización, caiga en el olvido. ¿Están listos a descubrir el mundo fascinante de las muñecas Chancay? ¡Buena lectura!