Precio de la portada de un libro

El precio de la portada de un libro, en dinero y en repercusión

Es curioso que la gente escriba tantos emails a esta web para recomendar novelas históricas. Creía que eso, o no ocurría porque la gente no se molestaba en dedicarle tiempo a redactar un correo, o quien lo hacía ocultaba cierto interés (sus propias novelas, por ejemplo). Pero estaba equivocado, a la gente lectora le encanta recomendar novelas, lo cual se agradece. Sin embargo, algunas de las sugerencias… digamos que no entran por lo ojos. Y es culpa de malísimas elecciones para la portada de un libro. Damas y caballeros que os dedicáis a escribir novelas históricas (y de cualquier otro género), haceos un favor y no dilapidéis vuestro esfuerzo con una portada chapucera.

La importancia de una buena presentación

Has acabado tu novela, pero ¿crees que has terminado? ¡Ja! No sabes lo que te espera. En primer lugar, está la revisión y edición, suprimir todo aquello que sobra y pulir lo que permanece imperfecto; luego la corrección, la ortografía; después, la maquetación; y, por último, el diseño de la portada para tu novela. Y sí, todo esto cuesta dinero, pero es fundamental.

¿Por qué? Porque la presentación es un elemento clave, un pilar indispensable, a la hora de ofrecer tu novela a los lectores. La mayoría aún no tenéis un nombre cuya sola presencia, en letras bien grandes en la cubierta de un libro, garantice un interés inmediato del lector y, probablemente, su compra. No, vosotros necesitáis recurrir a un truco más elemental: ser atractivos. Y esa es una responsabilidad que recae sobre la cubierta de la novela. Así que toca ponerse manos a la obra, abrir la hucha y averiguar qué nos conviene para la portada de un libro, qué no, y a quién se la encargamos (pista: esto último es lo más importante).

¿Cuánto cuesta la portada de un libro?

De modo que ahora que ya hemos establecido nuestra necesidad es momento de hablar sobre el precio de la portada para un libro. No existe una respuesta adecuada respecto a cuánto abonar, porque a menudo depende de tu ambición y presupuesto. Aunque sí existen algunas indicaciones que permiten orientarte.

Descarta todo lo que esté por debajo de 50€. Es improbable que ofrezca buenos resultados. Entre 60 y 120 euros puedes conseguir buenas portadas, algunas incluso con copyright que te pertenezca (es decir, que no verás una cubierta similar en otra novela). Y ese es un buen punto para comenzar, en torno a los 80€ (siempre y cuando no sea una portada que deje indiferente).

Desde luego, puedes gastar entre 200€ y 300€ y conseguir una pequeña maravilla para tu cubierta hecha por un ilustrador profesional, algo que realmente capte la atención de tus lectores. Por precios superiores… pues ya te lo imaginas. ¿Qué quiero decir con todo esto? Que, a menudo, cuanto más pagas más consigues, pero lo que necesitas es la portada que encaje con tu novela. No necesita ser la más cara, pero a menudo ayuda que lo sea.

No obstante, también existe cierta tendencia, especialmente entre los escritores noveles, el contratar una portada de precio moderado (los 80€ que antes decíamos) y con el paso del tiempo, tal vez un par de años después, contratar una portada mejor. Lo cual no solo mejora la presentación, sino que te permite una segunda «campaña de lanzamiento» para tu novela. Si tienes indecisión sobre qué hacer para la cubierta de tu libro, puedes empezar con una buena portada y, más adelante, evolucionar a una mejor.

El verdadero precio de la portada de un libro, desde el «hazlo tú mismo» al nivel maestro

Y en el amplio margen de precios la oferta es… pues eso, amplia. Estáis los creéis que sabéis diseñar buenas portadas para libros, y no es así; los que de verdad sabéis, aunque no tanto como creíais; y quienes deciden confiar en quien realmente sabe y pagar por sus servicios. Esta es, evidentemente, la opción más cara pero es la que mayores frutos ofrecerá.

Porque la realidad del precio de la portada de un libro no está en el dinero, sino en la repercusión. Soy consciente de que el desembolso de dinero, especialmente para tu primera novela, puede resultar intimidante. Después de todo, no solo hay que pagar la portada sino la corrección de tu novela, maquetación y todo lo antes mencionado. Y eso sin contar la inversión en publicidad. Pero he ahí la clave, lo que gastas en tu novela es una inversión.

Ten en cuenta que tu novela va a permanecer escrita por los siglos de los siglos (el Depósito Legal en España se asegura de ello), ¿de verdad crees que no vas a amortizar los seiscientos euros que has gastado en total en tu novela? Tal vez menos, si es novela corta, tal vez más, si te sientes más inspirado que Ken Follet. En cualquier caso, lo que primero ven los lectores es la portada, por triste que resulte, sí, los lectores juzgarán tu obra por su presentación. ¿Acudirías a una cita sin duchar? Pues no muestres un maravilloso libro con una cubierta espantosa.

Como ya he mencionado en un párrafo anterior, existen tres categorías de cubiertas:

  1. Hechas por ti (o por un cuñado/amigo/compañero), para que te salgan bien baratas.
  2. «Prefabricadas», se entiende que cubiertas que combinan una serie de imágenes preexistentes y se les aplican retoques y efectos de luz para darle otro acabado.
  3. Diseñadas por un ilustrador, que ofrece una mayor atención a tu propuesta y los detalles que contendrá.

1. Tu propio «diseño», barato y (probablemente) cutre

¡Huye! De verdad. A menos que tengas una maestría excepcional —es decir, que te dediques profesionalmente al diseño de ilustraciones— no recurras al «hazlo tú mismo», porque se avecina chapuza. Especialmente porque examinarás el resultado con parcialidad —esa «obra» es tuya, después de todo— y lo darás por bueno aunque no lo sea.

Por favor, hazte un favor. No hay mucho más que añadir en este punto.

2. Portadas prefabricadas

Existe cierto estigma hacia las cubiertas hechas a partir de imágenes gratuitas o vectores prefabricados. O incluso Photoshop. ¿Sabes por qué? Porque el mundo está lleno de portadas cutres, especialmente en la sección de autopublicados de Amazon, precisamente donde más esfuerzo habría que dedicar a las portadas. Aquellos que dan mala fama… son los únicos que dan fama. Pero siempre puedes encontrar portadas maravillosas hechas con Photoshop, y una de ellas puede ser la tuya. Solo necesitas alguien que sepa hacerlo. Y menudo no es tan caro. Solo requiere un poco de esfuerzo y buen juicio.

El esfuerzo consiste en buscar al portadista adecuado. Podrías encontrarlo en plataformas de freelancers (las hay a patadas), navegando por internet o por el famoso boca a boca. Pregunta a tus compañeros de profesión, probablemente te ofrezcan sus malas experiencias (para que no las repitas) y sus grandes aciertos con el diseño de la portada de un libro. En cualquier caso, siempre debes consultar la web de quienes (probablemente son un equipo que se reparte las tareas) te diseñarán la portada: examina su presentación, repercusión, portafolio de diseños previos para otros escritores, si muestra un rango de precios, ¿hay posibilidad de aplicar cambios al diseño final? Todos son factores a considerar, pero el esencial es la comunicación. Pedir, hablar y negociar es lo que funcionará.

3. Diseño personalizado

Un buen ejemplo de portada de un libro

Lo que todos queremos, ¿no? Tampoco te dejes engañar por el diseño personalizado para la portada de tu novela, como todo en la vida, existen profesionales y chapuceros, con un amplio océano entre ambas orillas. No obstante, lo que sí consigues con una cubierta personalizada es atención a los detalles y lograr que se plasme tu idea de cubierta. La capacidad para hablar con tu ilustrador/a y explicarle lo que pretendes, la imagen que necesitas que la portada transmita, más su experiencia con trabajos previos inevitablemente conducen a una mejor presentación para tu novela. «Una mujer que contempla una lejana ciudad en llamas bajo un cielo tormentoso». Esa es la imagen que quieres que defina tu novela, y un servicio profesional y personalizado tiene más papeletas de conseguirlo.

Las cubiertas personalizadas son, normalmente, de mayor calidad que las prefabricadas, aunque no es una regla inmutable, todo dependerá de la calidad del trabajo de la ilustradora (a menudo asociado con su coste, el coste del tiempo que dedicará a tu cubierta). Si tiene web propia, ya es una buena señal; si expone trabajos previos, aún mejor, porque verás cuál es su estilo, y si se aprecia cierta evolución en sus diseños (todos aprendemos a base de practicar, y tu portada será una mezcla entre talento y habilidad).

Resumiendo: ponte en manos de profesionales. El precio final lo marcas tú, desde luego, pero recuerda que la calidad de lo primero que vean los potenciales lectores puede determinar si se convertirán en lectores de tu novela. Y a todos nos gusta un libro con portada bonita en nuestra estantería. Cincuenta, cien euros extra no es tanto si se contempla el largo plazo. Y la satisfacción personal es algo que una buena portada puede ofrecerte.

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